sábado, 12 de septiembre de 2009

situación social


EL semáforo en rojo, que no da espera

Tener que esperar en un semáforo en rojo se volvió una tortura mucho mayor, porque a parte de que tienes que esperar, también tienes que aguantar como un ola de venteros ambulantes y limpia vidrios viene hacia al carro a ofrecer sus productos y servicios.


Un no y decir gracias, no es suficiente para que dejen el vidrio tal cual como está, así sea sucio. La presencia de estas personas en los semáforos es el resultado no sólo del desempleo, sino también de la falencia tan grande que hay en la educación de nuestra ciudad.


Ver niños de tan sólo 6 o 7 años bajo el calor del medio día ofreciendo dulces o con un trapo rojo limpiando parabrisas, en lugar de estar en el colegio, es una escena difícil. Claro está para cualquiera que no sea de éste país, donde escenas como ésta hacen parte del paisaje diario, que por lo visto no cambiará, porque si no se les presta atención ni a estos menores, que se puede esperar de los adultos, que han aprendido, no en aulas, sino en la calle, de la forma difícil , donde los vicios ya los tienen curtidos y sólo ellos mismos se pueden salvarse.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario